Tal y como se aprobó en la comisión del protocolo covid-19 se están midiendo los niveles de CO2 de todas las aulas del centro.
Mantener una adecuada calidad del aire interior no solo es imprescindible para evitar el síndrome de edificio enfermo, sino para crear ambientes interiores agradables que no pongan en riesgo ni el bienestar ni la salud de sus ocupantes.
De una forma simple, un medidor de CO2 es un dispositivo diseñado para controlar la calidad del aire en espacios interiores.
Teniendo esto en cuenta, a la hora de mantener el contacto social los espacios al aire libre se presentan como la mejor alternativa. En espacios cerrados la ventilación es fundamental. No es suficiente con abrir las ventanas 10 minutos cada hora. La ventilación debe ser constante. Por supuesto, en ambos casos la mascarilla sigue siendo un elemento de protección esencial.
A estas alturas todos tenemos claro que el coronavirus se transmite por el aire, a través las gotículas respiratorias o aerosoles que expulsamos al toser, estornudar, hablar, o simplemente respirar. Por esta razón, el uso de la mascarilla y la distancia social son tan importantes.
La concentración de CO2 en exteriores ronda los 400-420 ppm (partes por millón), lo que quiere decir que, por cada millón de moléculas de aire, 400-420 son de CO2. Se considera que una estancia está bien ventilada cuando la concentración de CO2 es de 800-950 ppm. Si el valor está por encima, se considera que la estrategia de ventilación es insuficiente. Estos valores han sido los propuestos por la Escuela de Salud Pública de Harvard, quienes han elaborado una guía en cinco pasos para garantizar la ventilación; la UC Berkeley, que también ha publicado recursos sobre este tema; o el CSIC, que recientemente ha compartido una guía para ventilación de aulas.
Medidor de CO2. Resultados:
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